Para demostrarlo hicieron varios experimentos.
En el primero enterraron
restos de comida junto a envases de plástico.
Resultado: tres semanas
después la comidas casi había desaparecido y los plásticos seguían allí.
CONCLUSIÓN: Debemos separar y
reciclar los envases ya que dañan el planeta.
En otro experimento nos
demostraban con agua envenenada como les afecta a los alimentos la calidad del
agua que utilizamos para regarlos.
Por tanto, metimos un clavel
en agua limpia y otro en agua envenenada.
Resultado: A las tres semanas
el clavel envenenado estaba gris.
CONCLUSIÓN: Todo lo que los
alimentos toman para crecer, luego nos lo comemos nosotros. Y además, es
necesario mantener el agua de los ríos lo más limpia posible.
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